5 con 46 minutos, tiempo del centro.
El sol en su punto, las gotas de sudor irritaban mis ojos y el maldito camión, ni sus luces, -naturalmente, siendo de día no esperaba ver brillar un par de luces- y fue en ese momento, la imagen se atravesó en mi camino: ¡¡¡que auto y que tipo tan feo!!! y a toda velocidad, detrás de él un perro cuyo kilometraje era menor, pero cuya desesperación en sus ojos era lo que sobraba. ¿Un mal entendido? no lo creo, porque no lo sentí así. Estoy segura de lo que pudo haber sucedido antes, antes de que se atravesaran y que todo fue intencional y que todo fue un abandono y que todo era parte de un "ya no te necesito más".
Mientras tanto aquél perro será uno más en la lista de perros que intentan sobrevivir soportando frío y un calor espantoso que quema por debajo del pelo.
Espero comparta esta y otras experiencias con los que ahora serán los miembros de su nueva familia: aventuras, atropellos, malos y buenos tiempos, que si hoy comí esto, que si hoy comí lo otro. Tendrá que aprender los días en los que las amas de casa sacan los deshechos hogareños -como al que un día perteneció- y tener cuidado de que el SUP no se lleve antes las bolsas.
En fin, sólo uno más, sólo uno más.
que genial, que tipo tan feo...
ResponderEliminarsi hubiera justicia en esta tierra, el perro debía haber abandonado al individuo nomás por feo.
pobre perrín, another one bites the dust...